Si para tu cliente eres un proveedor o un vendedor común y corriente que solo ofrece un producto o servicio que además es fácil encontrar en cualquier lado, realmente va a ser muy difícil lograr vender y vas a requerir de mucha fuerza bruta, sin embargo, en la medida que puedas ayudar a tu cliente a satisfacer sus necesidades podrás convertirte en alguien importante para él.

Una forma de lograrlo que tu cliente o prospecto te perciba como alguien importante es ofrecerle ir a ver en persona algún problema que esté enfrentando, darle una asesoría patrocinada por ti o tener una sesión para ayudarle a mejorar algo (relacionado con tu producto o servicio). Si después de la asesoría le ofreces un buen reporte o presentación de lo que se puede solucionar, incluso si es posible más allá de lo que tiene que ver con tu producto o servicio, entonces ten la seguridad que estarás en el camino de que tu cliente te vea como un aliado estratégico más que un simple proveedor.

Si después de hacer una buena presentación a tu cliente eres capaz de recolectar datos financieros básicos y ayudas a tu cliente a calcular cuanto dinero puede ahorrar o ganar por mejorar, sin duda estarás a un nivel muy superior, ya que tu cliente podrá rápidamente ver el valor de tu ayuda en términos de dinero (ROI).